miércoles, 10 de junio de 2020

Capítulo 3


Neme está muy feliz, le gusta estar con Gerardo pero después de gozar en sus brazos le duele la frialdad de él. No era sólo un polvo de una noche lo que buscaba con él.
--eso quiere decir que te verás con otros, que te tendré que compartir.
Ya no queda nada de esa dulzura que le demostró antes, ahora Gerardo se muestra superficial:
--yo estaré con quien quiera al igual que tú.
--¡¡pero ha sido mi primera vez  ¡¿¿es que eso no significa nada para ti?
La inocencia del joven le hace gracia a Gerardo, lo acaricia:
--te doy un consejo, la vida es demasiado dura para querer atarte a alguien, para pensar en tonterías. Goza, disfruta de la vida, de los hombres que te gusten y nada más. No pienses en nada.
--pero me gustás tú.
--y me podrás tener todas las veces que quieras, chiquito.
--¡¡no me trates como si fuera un niño que no nos debemos llevar tanto años¡¡
Gerardo le sonríe.
--podría ser tu padre. Te llevo más años de los que tú tienes .
Gerardo vuelve a ser fraternal. Neme protesta.
--eres muy guapo para ser un papá. Mi papá es viejo y feo
Gerardo se ríe. Le cae bien el chico pero ta no se muestra amable.
--No tienes experiencia, busca otros lugares antes de estar dándome la lata a mi.
--¿te puedo llamar? --desesperado.
--mejor espera que te llame yo. Eres demasiado joven y me da miedo lo que puedas hacer. No quiero que todo el mundo sepa lo que ha pasado entre nosotros.
--yo creo que mi madre deben saberlo. No les puedo ocultar que soy gay y que ya me he acostado con un hombre.
Gerardo mira a Neme muy serio:
--¡¡haz lo que se te pegue la gana en tu vida pero ni se te ocurra hablarle a nadie de mi¡ ¡¡a nadie¡
Gerardo se pone violento. Neme lo mira con pena.
--¿porque me gritas?
Gerardo lo mira amenazante. Con miedo. No está preparado para que todos lo señalen con el dedo.
--¡en mi vida no te metas, no quiero que nadie sepa de mi vida privado¡ ¡¡¿¿entiendes?
--¿es que aún estás en el clóset? Yo creí que...
Gerardo lo mira molesto:
--¡a mí lo que tú crees me da igual, no hagas nada que me pueda perjudicar¡
Luego al ver la cara de miedo con la que lo mira Neme usa un tono de voz más dulce:
--por favor --le suplica-- hazlo por mi.
Neme se queda más tranquilo. Le gusta el Gerardo dulce:
--si claro, si me lo pides así.
Gerardo le sonríe. Le guiña el ojo.
--gracias no esperaba menos de ti.
--pero yo creo que estás cosas no se pueden ocultar para siempre¿crees que tus amigos no lo saben?¿que tu familia no nota nada raro en ti?
A Gerardo le molesta mucho que la gente lo trate como si fuera diferente, como si fuera un bicho raro. Se pone a la defensiva:
--¡¡no tienen nada que notar¡¡
Neme se pone triste, le duele que Gerardo se haya  vuelto a enfadar con él:
--está bien pero no te enojes conmigo. Yo sólo digo que...
Gerardo lo calla con un beso. Le sonríe:
--ya no digas nada. No estropees este momento que ha sido bueno para los dos.
Neme se queda contento.
--¡¡si, sí...¡
Gerardo le acaricia la cabeza con dulzura. Luego le tira la ropa.
--Ahora vístete y vete. Tus padres deben estar preocupados por ti.
Neme se viste ante la mirada satisfecha de Gerardo. Neme lo mira fascinado. Cuando ya se viste le dice:
--ya me voy ¿te puedo dar un beso?
Gerardo no le dice nada. Lo besa él.
--venga, que te acompaño a tu casa.
Neme se pone nervioso. Aunque por un lado le duele que Gerardo no quiera un compromiso también tiene miedo, no sabe como enfrentar lo que está viviendo. No está seguro de querer que Gerardo sepa donde vive.
--No tranquilo, no vivo lejos puedo ir caminando.
--¿no que vivías lejos? --dice Gerardo sonriendo.
Neme agacha la cabeza con vergüenza. Gerardo le levanta la mirada y con cariño le dice:
--¿ves? Todos tenemos secretos. No hay que precipitar las cosas, sólo vivir el momento. Ve a tu casa y tampoco le des más importancia de la cuenta a esto que ha pasado. Piensa que es  una diversión, es un gusto que nos quisimos dar.
Neme está hecho un lío. Por un lado le gusta estar con Gerardo y le gustaría estar siempre con él pero por otro lado tiene miedo, no se atreve a meterlo en su mundo. Tiene miedo que Gerardo haga algo que lo perjudique, que hable con sus familiares antes que él esté preparado. Mira a Gerardo fascinado. Lo ve tan guapo y lo ha tenido, ha sido suyo.
--venga, ya vete. Te llamaré --Gerardo.
Neme se va, no hace más que mirar atrás. Está muy contento y mira a Gerardo fascinado. A éste le fascina el interés que el adolescente tiene hacia él. Neme está tan emocionado, tan nervioso que se tropieza ya que no mira por donde camina. Casi cae.
--cuidado, que te vas a matar --le dice Gerardo con cariño.
Neme le sonríe, ya en la calle no puede dejar de saltar.
--mi primera vez... mi primera vez... ¡¡y qué primera vez¡
Aunque le asusta lo que vaya a pasar, aunque le asuste no volver a verlo todo ha sido tal y como esperaba. Tiene en su piel momentos de placer que recuerda con intensidad, como si lo estuviera viviendo en ese momento. Cierra los ojos, el perfume de Gerardo está en su piel. Lo siente a su lado.
--me gusta... me gusta mucho.
Gerardo por su lado se tumba en la cama. Está muy satisfecho.
--estaba bueno el chamaco, vaya como lo he disfrutado...
Gerardo sonríe con cara de depravado pensando en Neme:
--tiene mucho que aprender pero yo se lo pienso enseñar todo.
El sonido de su celular lo distrae de sus pensamientos.
--¿Carmen?¿¿qué pasa? --pregunta Gerardo sorprendido.
--bueno quería saber que habías llegado bien.
--claro que llegué bien ¿porqué no iba a llegar? Espero que no me estés controlando--dice él con cierta ironía.
Carmen se hace la ofendida:
--¿yo?¿cómo crees? Además ya sabía que dormido no ibas a estar ¿o no?
--bueno pero pudiste interrumpirme y me choca que me corten un sabroso polvo.
Carmen siente un dolor en su alma pero tiene que hacer el que no le importa:
--así que no se te resistió.
--ya sabes que a mí no se me resiste ninguno --dice Gerardo con orgullo.
--¿y no te da cosa acostarte con un chico que no conoces? además es casi un niño.
--te aseguro que es muy hombre --dice con ironía.
--no seas cochino --dice ella visiblemente celosa.
--¿no estarás celosa? --pregunta él con ironía.
--claro que no ¿no te creerás las cosas que te digo? Es broma.
--si ya lo sé.
Gerardo está convencido que los sentimientos de su amiga para con él son un capricho. Ella se lo confirma por miedo a perderlo pero le duele mucho saber que nunca será suyo. Mientras Gerardo está feliz por su nueva conquista los ojos de Carmen se llenan de lágrimas.

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