miércoles, 10 de junio de 2020

Capítulo 12


Gerardo se ha quedado de piedra por la propuesta de matrimonio de Nemesio. Carmen se le ríe.
--¿¿qué decías?
Gerardo se golpea los puños:
--¡¡yo lo mato¡ ¡¡yo lo mato¡¡
Carmen lo agarra del brazo:
--¡¡no hagas una locura ¡
Gerardo trata de calmarse. Muy alterado se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡está bien vámonos de aquí¡
En ese momento se aparece Nemesio con una rosa:
--Te amo Gerardo, quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Todos los miran pero a Nemesio no le importa. Aunque Gerardo no oculta que es gay tampoco quiere este tipo de espectáculo. Gerardo se acerca a Nemesio y de un puñetazo le borra la sonrisa de los labios:
--¡¡no te quiero volver a ver en mi vida. No quiero¡
Gerardo se va seguido de Carmen, está como loco. A Nemesio no le importa todos los golpe que lleva, ni las risas de la gente. Sólo le importa el rechazo de Gerardo corre al apartamento pero Gerardo le empieza a tirar macetas:
--¡¡te largas... te largas¡
Nemesio se queda un buen rato gritando. Hasta él se le acerca Christian. El mismo que se acercó a David.
--Ven. Yo te puedo ayudar.
Nemesio acepta la ayuda de Christian a regañadientes. Le ofrece su casa. Su ducha. Mientras está desnudo, Christian se le acerca.
--No me gusta que me vean desnudo--dice Nemesio.
--Eres muy guapo, cualquiera se acostaría contigo. Y estás muy tiernecito. Vas a arrasar.
Nemesio está muy herido y lo quiere besar pero Christian se aparta de él:
--No, deja tu pasión para otros¿nunca has pensando en explotar tu belleza y juventud? yo te puedo conseguir muchos  hombres que pagarán para acostarse contigo. Ganaras mucho dinero.
Nemesio no sabe qué hacer con su vida. No quiere volver atrás, no quiere ir con su madre. Piensa que tal vez Gerardo se sienta mal al saber en qué se convirtió por su culpa:
--acepto -dice lleno de rabia.




6 años después...

Gerardo está en una discoteca gay. Se acerca a uno que está de espaldas. Su culo lo llama.
--Este culo tiene que ser mío--dice.
El dueño del culo se gira y Gerardo se queda de piedra al reconocer a Nemesio. Se ha convertido en un hombre espectacular.
--¿¿tú?
Gerardo bavea por él. Nemesio hace como si no lo conociera. Gerardo mira con mucho deseo a Nemesio. Lo ve tan hombre, tan sensual. Su mirada pícara, su escultural cuerpo. Sólo se le ocurre una cosa:
--tiene que ser mío.
Lo mira con deseo. Le sorprende pero le agrada que sea Nemesio. Piensa que eso facilita las cosas, que ya tiene el polvo asegurado.
--¿tú?
Gerardo Le sonríe.
--así que hoy es tu día de suerte, muchachito. No la vamos a pasar bárbaro.
Pese al tiempo que ha pasado y el cambio espectacular que ha hecho el cuerpo de Nemesio, Gerardo confía que la fuerte atracción que siente por él siga viva. Nemesio lo mira con indiferencia:
--¿nos conocemos?
A Gerardo le sorprende la pregunta aunque
--¿a poco me olvidaste?
--Si me conoces supongo que es porque nos acostamos y te debo haber dejado un buen sabor de boca. Me alegro por ti. Yo no me acuerdo.
--¿¿cómo?¿¿qué tú a mí me dejaste un buen sabor?
Gerardo está incrédulo. Es él, Nemesio. Está seguro pero se comporta de una forma tan extraña.
--fisicamente has cambiado mucho pero no puede ser que por dentro hayas cambiado también. Tampoco han pasado tantos años.
--bueno perdona pero es que a lo largo de mi vida he estado con tantos tios, imposible conocerte, además tu cara es cara común y perdona si no te recuerdo es que no fue un buen polvo.
Gerardo se molesta. Es la primera vez que lo rechazan y no le hace nada de gracia. Y menos viniendo de él. Por su pasado y porque lo ha puesto cachondo.
--¡¡yo soy muy bueno en la cama¡
--oye no te enojes conmigo. Yo no tengo la culpa de no recordarte. Yo  te marqué y tú a mí no... A los demás les gustará pero a mí no.
--¡¡pues no fue por mi culpa... claro era tu primera vez¡ ¡¡la verdad es que no sentí nada¡
--¿¿mi primera vez??¿y lo recuerdas? Wow sí que te gusté --dice riendo-- perdona loco ¿como recordarte? No sé que tal activa sea tu vida sexual pero la mía es muy activa. No exagero si te digo que en un año puedo haber cogido con más de mil hombres ¿¿como acordarme de mi primera vez?
Nemesio siempre le gustó mucho físicamente pero es que ahora le fascina. Además ya no lo ve  niño. Lo ve hombre, actúa como un hombre de mundo y eso le gusta.
--¿sólo mil? --dice Gerardo irónico-- No está mal para ti aunque yo he estado con más.
--Pues no parece. No me recordarías. Bueno, yo ya me voy. Me alegro que me recuerdes. Quizás algún dia me acuerde de ti.
Nemesio se iba a ir, a Gerardo su trasero le vuelve loco. Gerardo le agarra del brazo:
--espera. No te puedes ir así... ¿bailamos?¿tomamos algo?¿vamos al baño?
Gerardo lo mira con cara de depravado. Nemesio se muestra molesto.
--¿¿me sueltas? No me extraña que no me acuerde de ti ¡eres mi agoviante¡
Gerardo mira a Nemesio con el rostro desencajado por la sorpresa:
--¿¿qué yo? ¡¡perdona eres tú el que me agoviaste a mí¡
Nemesio le habla con mucho ironía:
--pero da la casualidad  que yo no me acuerdo de ti y tú estás aquí de pesado. Mejor dejame en paz y no me molestes.
Gerardo lo abraza por la espalda.
--sueltame --dice Nemesio luchando por ocultar su deseo.
Gerardo lo estrecha con fuerza. Lo besa en el cuello:
--niégame que no te gusto, que no tiemblas al sentir mi cuerpo .
Nemesio se estremece pero no quiere que Gerardo se dé cuenta. Se aparta de él.
--¡¡si me sigues acosando llamo a la policía¡ No sé qué quieres pero esto no me gusta.
--Neme no sé cual es tu juego pero no puedo creer que no me acuerdes.
--Bueno tal vez te has confundido de persona.
--¿con tu mismo nombre y tu misma cara? Sé que eres Neme.
--Sí así es. Me siente orgulloso de que te haya marcado tanto pero lo siento no me acuerdo de ti.
--No te creo --dice Gerardo sonriendo pícaro.
--Ya te dije que me he acostado con miles de hombre como para acordarme del primero.
Gerardo le roza la mano. No quiere separarse de ese chico, ese chico que un día echó de su lado. Ahora lo tiene seducido de una manera loca. Su rechazo lo que hace es excitarlo aún más. Siente que si no se acuesta con él esa misma noche se va a volver loco.
--¿y a todos esos miles le has pedido en matrimonio? Porqué si es así entiendo que no te acuerdes de mí.
Nemesio tiembla al recordar esos días. Tiene un nudo en la garganta. Se da la vuelta para que Gerardo no vea como por sus mejillas deslizan unas lágrimas mientras que recuerda esa fecha que preparó con tanto ilusión y como Gerardo lo echó de su vida. Gerardo lo vuelve a abrazar por la espalda mientras que lo va acariciando mucho:
--sé que no me has olvidado. Te volví loco, me perseguias. No lo puedes haber  olvidado.
Nemesio se aparta de él. Se traga sus lágrimas. Lo mira duramente.
--¡¡si es cierto eso que hice no me extraña que lo haya olvidado, siento vergüenza ajena sólo de oírte¡
--bueno ya pasó. No sientas pena, podemos empezar de nuevo.
Gerardo le sonríe. Esa sonrisa tiene a Nemesio enloquecido. Le fascinan sus caricias pero se muestro duro.
--No sé que diablos tenemos que empezar pero no me interesa nada contigo. Eres demasiado pesado y viejo.
Nemesio se va corriendo. Gerardo está sorprendido. Lo ve entrar en el baño. Sonríe con cara de depravado.
--ahora sí que no se me escapa.


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