jueves, 11 de junio de 2020

Capítulo 18


David se ha quedado muy sorprendido al descubrir que Inés tiene una hija. Mira a Inés molesto:
--¿¿qué es esto?
La pequeña Lucecita mira al desconocido boquiabierta. David tiene muchas ganas de hablar, de saberlo todo. Inés tiene miedo que diga algo delante de la pequeña y le pide a su empleado que se lleve a la niña a su cuarto. Lucecita no se quiere ir.
--Yo me quiero quedar con tu amigo, mamita...
Inés repite la orden. Lucecita mira al joven con cariño. David está muy impresionado. Se le está pasando por la cabeza algo que no puede ser. Acaricia la cabeza de la pequeña con mucho cariño:
--obedece a tu mamá...
La pequeña se va con la empleada. Se gira y saluda a David con la mano muy cariñosamente. David tiene un nudo en la garganta.
--es... es...
No le salen las palabras. Inés mira hacia la puerta. Se asegura que su hija ya no esté.  David se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡Inés, por favor...¡ ¡¿¿que significa esto?¡
Inés agarra a su joven amante de dos noches por el brazo y se lo lleva a la calle. David se mueve mucho. Está muy nervioso.
--¿¿qué es esto? ¿qué es esto?
--Mi secreto... algo que sólo mi mamá llegó a saber... Algo que mis hijos no supieron nunca...
Inés piensa en mentir, en decir que es adoptada pero no quiere negar más a su hija. Además ve demasiado angustiado a David y no le quiere quita el derecho a saber la  verdad.
--Cuando salí de casa de tu padre por lo que pasó... Estaba embarazada...
David siente sorpresa, emoción. Es lo que esperaba oír. Siente una sensación muy extraña en su interior. Algo grande, algo hermoso. Algo que le gusta pero también que le da miedo.
--¡¡es mi hija...¡ porqué es mi hija...?
David no tiene dudas y a Inés le emociona la seguridad de él.
--¿lo preguntas?
--Tendria que hacerlo?
--ya sé que crees que soy una cualquiera...
Inés le habla con dolor. David acaricia la mejilla de la mujer:
--no, eso es ahora (el comentario no hace muy feliz a Inés)... si esta pequeña es tu hija... Es mi hija... No me cabe la menor duda...
--Es nuestra hija... No lo dudes...
David está emocionado:
--¡¡una hija... tengo una hija...¡
Inés lo mira lloroso. Nunca pensó compartir ese momento con él. Le gusta que a él le emocione pero no puede olvidar que fue novio de su hijo.
--¿¿porqué me lo ocultaste? --le reprocha él.
Ella recuerda lo mucho que sufrió al saberse embarazada del amante de su hijo en un momento en lo que menos esperaba era volver a ser mamá.
--¿¿no lo sabes? --contesta ella en plan reprocha.
--¡¡nada justificaba que me la arrebataras¡¡
--¡¡no quiero para mi hija un hombre que se vende a otras mujeres...¡
--¡¡la culpa la tienes tú...¡ ¡¡yo estaba en la calle... yo te llamé y tú nunca me contestaste...¡ ¡¡te olvidaste de mi¡
--¡te acostaste con mi hijo¡
--¡¡eso no es cierto...¡
--¿¿como que no te vendes a otras mujeres?
--¡lo tuyo es peor... tú lo haces por vicio¡ ¡¡yo vendo mi cuerpo para vivir pero tú pagas a alguien por vicio... eres una...¡
Los dos están muy alterados y se echan en cara muchas cosas. David no puede decir la última palabra porque Inés lo abofetea.
--¡¡no te quiero volver a ver...¡
Inés se iba a ir pero David le agarra del brazo:
--¡¡quiero que mi hija lleve mis apellidos...¡ ¡¡quiero que sepa que soy su padre...¡
--No...
--¡¡tengo mis derechos...¡ ¡¡estoy dispuesto a llevarte a los tribunales...¡
--¡¡hazlo, me encantará aclarar a todos tu romance con mi hijo...¡
Los dos se miran amenazantes. David está furioso:
--¡yo te voy a demostrar que no soy gay y luego voy a venir a reclamar a mi hija...¡¡
Inés mira a David con deseo pero también con miedo. Tiene miedo de lo que pueda pasar aunque si no fuera el amante de su hijo le encantaría tener algo con él. Ella misma se escandaliza por sus palabras.
--¡¡¡¿estás loca?¡ ¿¿que diría tu niña? ¡¡Nosotros dos no seríamos los padres más normales...¡ ¡¡los otros niños se reirian de ella...¡
Inés está muy ansiosa porque no sabe qué pasará ahora. Lo que más le importa es estar con su niña. Corre a abrazarla.
--nada la separará de ella... Nada...
--¿y tu amigo, mamá? Me calló muy bien David --dice la niña con inocencia.
El corazón de Inés late con fuerza. Se plantea la posibilidad de permitir al joven ser el padre de su hija.

Carmen ha ido al apartamento de Gerardo. Éste lo recibe en bóxers. Ella lo mira con deseo.
--¡¡no me digas que al fin te has dado cuenta que te gustan las mujeres¡
Ella se ríe pero se da cuenta que él está muy serio.
--¿¿qué te ocurre?
Gerardo pálido, le muestra unos papeles que sacó de internet y con angustia le dice:
--lee esto.
--Cáncer de testículo ¿¿que mierda es esto? --pregunta sorprendida.
--¡¡Lee¡
Carmen lee por encima.
--¿y ahora qué?
Gerardo se baja el boxers. Ella está fascinada pero se da cuenta que a él le ocurre algo. Gerardo le agarra la mano y se la pone en el bulto que le preocupa:
--¿que piensas?
Carmen toca y lee el papel. Está preocupada. La angustia de ella le preocupa a él.
--¿te duele?
--¿crees que tenga cáncer? --pregunta Gerardo.
--¿desde cuando lo tienes?¿has ido al médico?
--No, no sé
Carmen está muy alterada.
--¡¡vamos al médico ahora¡
--¿crees que es necesario? qué le digo? Me da pena.
Carmen está como loca:
--¡¡vamos al médico ahora¡
--¿crees que me pueda morir?
Gerardo está muy asustado. Carmen lo acaricia:
--No porque si leiste bien si lo diagnostican a tiempo no es mortal.
Gerardo siente un nudo en la garganta:
--pero ¿y si es tarde?
--Verás como no.
--No me quiero morir.
Gerardo rompe a llorar y aunque Carmen también está deshecha lo consuela con cariño.


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