Carmen es el mejor apoyo de Gerardo. Le realizan una ecografia y también un análisis sangre. Gerardo tiene mucho miedo. Carmen le toma de la mano. Tiene cáncer. El mundo se le cae encima. Carmen le besa la mano. Le hace sentir que ella está con él, que todo está bien. El doctor le habla con tranquilidad y franqueza:
--El cáncer de testículo tiene una de las tasas de curación más altas de todos los tipos de cáncer, por encima del 90%, y prácticamente del 100% si no se ha extendido.
Se hace un silencio. Gerardo tiene miedo a preguntar si en su caso se ha extendido. Lo hace Carmen.
--Y cual es...?
No acaba la frase. El doctor dice:
--No se ha extendido. Podrá llevar una vida normal.
Carmen se abraza contenta. Gerardo siente que le devuelven la vida.
--¿entonces no pasa nada? ¿¿como va la historia? Me da una medicina y se acabó?
Gerardo está muy ansioso. Carmen trata de animarlo.
--calmate. No te vas a morir y eso es lo que más importa.
Carmen no le suelta la mano, sabe que aún va a necesitar mucho apoyo.
--¿cual es el tratamiento a seguir? --pregunta Carmen.
--Se tiene que realizar inmediatamente una orquidectomía inguinal radical.
Aunque Gerardo sabe perfectamente que significa esto no lo quiere aceptar.
--¿y eso que signfica?
--La extirpación del testículo y...
Gerardo ya no escucha más. Da un golpe en la mesa.
--¡¡no¡¡ usted no me va a amputar¡
Carmen se levanta, abraza a Gerardo.
--¡¡no seas loco, si no te operas te mueres¡
--¡¡pues lo prefiero antes de ser un hombre a medias¡ ¡¡todo el mundo se va a reir de mí¡
En esos momentos Nemesio pasa por su cabeza. Piensa en lo mucho que se reiría al verlo con un sólo testiculo. Ese es el principal motivo por el que no se quiere operar. Gerardo está muy nervioso.
--sientate y escucha al doctor --le ruega Carmen.
Gerardo no se calma nada. El doctor trata que lo escuche:
--es una operación muy sencilla. El mismo día puede volver a casa. Tendrá una vida normal. Podrá tener hijos. No lo notará.
Gerardo se tira sobre el médico, no lo golpea porque Carmen se pone en medio.
--¡¡que me importa a mí tener hijos si soy maricón¡
Tanto Carmen como el doctor tratan que se calmen pero Gerardo está como loco. El doctor le ofrece un calmante.
--¡¡yo quiero irme¡
Carmen se pone en la puerta.
--¡¡tu vida está en peligro¡
--¿¿dejarías tú que te arrancarán un pecho? --le reprocha Gerardo.
Carmen no lo duda:
--¡¡Mi vida, en este caso tu vida es más importante¡
Gerardo se hunde. LLora en la silla.
--nadie va a querer acostarse conmigo.
Carmen le pone la mano en los hombros:
--si te aman, no les importará.
Gerardo llora. Nadie lo ha amado. Tal vez Nemesio pero ahora no está seguro. Después de todo lo que se han atacado y humillado Gerardo no está seguro que Nemesio no se vaya a reir de él.
--si lo que le preocupa es eso. Le podemos insertar una prótesis en lugar del testículo extirpado. La falta sería imperceptible --explica el doctor.
Gerardo se levanta. Da un golpe en la mesa.
--¡¡no¡ no me van a poner nada raro en el cuerpo¡ ¡no¡
Aunque Carmen lo quiere retener Gerardo huye despavorido.
--Señora, si no se opera sí morirá.
--No se preocupe. Yo se lo traigo.
Gerardo se va como loco. Se va en su auto. Carmen está muy preocupada. No puede atraparlo.
--¡Gerardo¡ ¡¡Gerardo¡
Lo llama pero el auto no se detiene, se va a toda velocidad.
Nemesio sale de su apartamento. Se sorprende al encontrarse a Carmen. Ésta la llama.
--¡¡Nemesio¡ ¿¿me recuerdas?
Él la mira sorprendido:
--¿tu eres la amiga de Gerardo no?
Carmen está muy angustiada.
--¡¡me tienes que ayudar¡¡¡creo que tú eres la única persona que puedes lograr que ese tarado entre en razón¡
--¿¿qué ocurre? ¡me estás asustando¡
--Gerardo me mata si sabe que te cuento pero es que creo que ahora da igual. Tiene cáncer ... en un testiculo.
Nemesio se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡lo sabía, lo sabia¡
Siente una gran angustia. Le duele mucho el dolor de su amado.
--Lo debe estar pasando fatal.
--¡¡no se quiere operar¡ ¡¡se fue en su auto, no sé donde está¡
Muy angustiado pero decidido, Nemesio dice:
--¡¡juro que Gerardo se opera aunque sea la último que yo haga en mi vida¡¡
Gerardo ha dado vueltas en su auto durante horas. La película de su vida ha ido pasando centrándose en Nemesio. No sabe bien porque sus pasos lo dirigen al supermercado que hay al lado de su casa. Justo donde Nemesio le pidió matrimonio. Siente que lo que le ha pasado es un castigo por haberlo humillado. No había vuelto a ese sitio desde ese día, sintió demasiada vergüenza y ahora lo que siente es bronca por no haberlo sabido entender y comprender. Por haberlo humillado. Sus ojos se llenan de lágrimas.
--La única persona que me ha querido y la dejé ir. Todo hubiera sido diferente si él se hubiera quedado conmigo.
De repente siente una presencia detrás suya. Una mano sobre sus manos y Nemesio muy cariñoso le dice:
--Yo estoy, yo estoy.
Gerardo se traga sus lágrimas. Mira a Nemesio con dureza.
--¿¿qué haces aquí?
--Te buscaba. vi tu auto. Carmen me contó...
Gerardo se siente humillado por lo que le pasa y no quiere escuchar a Nemesio. Corre hacia su casa. Nemesio tras él. Le quiere cerrar la puerta en las narices pero Nemesio es más rápido y entra.
--¡¡dejame en paz¡ ¡¡me estoy muriendo¡ ¿¿qué quieres reirte de mi?
Gerardo está muy triste y con mucho miedo. Nemesio sufre por él:
--¡¡no quiero que te mueras¡ ¡¡la operación es muy sencilla¡
--¡¡claro como a ti no te van a quitar las bolas¡ --Gerardo dolido.
Nemesio está desesperado.
--¡¡no voy a permitir que te mueras¡¡¡ ¡¿¿qué más das las bolas que uno tenga?¡
--¡¡claro te encantaría que tuviera una para humillarme¡¡ ¡¡cuanto te reirias¡
A Gerardo lo que más le importa en ese momento es eso, es pensar que Nemesio pueda usar su problema para reir de mi. Nemesio no lo duda. Va hacia la cocina y agarra un cuchillo enorme.
--¿¿qué haces?
Se baja los pantalones, el boxers y se pone el filo del cuchillo en las bolas:
--¡¡si es un problema de pelotas me las corto¡ ¡¡así tu tendrás uno y yo ninguna¡ ¿¿te parece?
Nemesio no piensa, está desesperado. Haría cualquier cosa por él. Gerardo lo mira incrédulo.
--¡no hagas tonterías... No quiero una desgracia¡
Nemesio parece dispuesto a cortarse los testículos:
--¡si te hace bien me los corto yo¡¡yo ne corto las dos y tú te operas¡
--¿Porque harias eso? --Gerardo conmovido..
--¿es que no te das cuenta? --le dice lloroso-- te amo.
Gerardo siente una gran emoción pero su enfermedad no le permite disfrutar al 100 por 100 de esa confesion de amor. Agarra el cuchillo de las manos de Nemesio y lo tira.
--si en serio me quieres demostrar tu amor, quiero que hagamos el amor y sin condon.
Nemesio no lo nota enamorado y no quiere que lo humille:
--No creo que sea el momento.
--¡te da asco que mi semen podrido esté dentro de ti ¿no?¡ ¡¡--Gerardo muy molesto.
--Aqui no hay nada podrido y lo único que me da asco es que no me hayas querido.
Los dos se miran llorosos.
--eso ahora no importa, quiero que me hagas el amor.
Hacen el amor con una calidez que ninguno conocía y que a los dos les encanta. Quedan abrazados durante largo rato. El uno aferrado en el otro.
--¿cuanto te tengo que pagar?
--tu operacion... te sale gratis si te operas--dice Nemesio mirandolo a los ojos.
--¿me harías un favor?
--el que quieras.
--No me hables de nada pero no quiero que te separes hasta la operación.
Nemesio le besa la mano:
--trato hecho.
A los dos los está uniendo un gran cariño. Están juntos, juntos llegan a la clínica y se despiden con un beso.
--todo saldrá bien.
Nemesio espera junto a Carmen y cuando preguntan les dicen que Gerardo ya fue dado de alta. Ha dejado un sobre para Nemesio:
--Gracias por salvarme la vida pero no quiero tu compasión.
Nemesio llora, por segunda vez Gerardo le ha roto el corazón.
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