miércoles, 10 de junio de 2020
Capítulo 14
Nemesio y Gerardo se están besando con pasión. Por un momento son uno y se han olvidado de todo. Nemesio lo está amando más que nunca pero el dolor por su rechazo lo ha amargo en los últimos años y no le da la gana olvidarlo. Le da un empujón. Durante unos segundos recuerda todo lo que le suplicó amor y todo lo que Gerardo lo humilló. Pretende así tener su odio reciente para poder despreciarlo. Con un gran odio le dice:
--¿me vas a pagar o no?
--claro que no¡
--¡¡pues no me busques más¡
Gerardo está desesperado por hacerle el amor:
--Neme, espera.
Nemesio no le hace caso. Gerardo le agarra del brazo:
--perdoname.
Neme lo mira sorprendido.
--¿qué dijiste?
Gerardo está muy apenado:
--mira yo... --balbucea-- no soy bueno para estas cosas... pero te pido perdón... Siento haberte lastimado.
Aunque lo ama, aunque por un lado le emocionan sus palabras, Nemesio no puede olvidar tan facilmente esos años de rencor. Le aplaude, le habla con ironia:
--¡bravo, bravo¡ ¡¿¿Creí que no te gustaban los espectáculos?¡
--bueno yo... --balbucea.
Por primera vez Hersrdo no sabe como entrarle a un hombre.
--¡¡ya, no me jodas más. Si me quieres ya sabes como. Si tanto necesitas coger, si no logras que nadie te haga el favor... pues me llamas y yo te lo hago¡¡
Nemesio se va riendo aunque se siente muerto por dentro. Gerardo queda rabioso. Desea romper algo, se dedica a morderse los puños.. En su auto Nemesio llora. Golpea el volante con rabia.
--¡¡te amo, te amo¡
Lo ama pero maldice ese amor que sólo lo ha hecho sufrir. Tiembla todo recordando las tiernas palabras de él. Se corazón se le está ablandando pero ha sufrido demasiado para que su cerebro lo perdone así como así.
--¡¡lo tengo que destruir, lo tengo que destrui¡
Pero se está muriendo por él.
--aunque yo muera en el intento --dice abatido.
Gerardo llega a su casa. Es de madrugada. Se siente avergonzado por lo que ha pasado con Nemesio. Piensa en la apuesta de Carmen.
--¡¡No, ella no puede saberlo¡
No imagina que está lo está esperando en el portal y al verlo llegar sabe que ha triunfado.
--¿¿qué es lo que no puedo saber? --pregunta ella divertida.
Gerardo la mira nervioso.
--No nada.
Carmen le agarra la mano herida por sus mordiscos de rabia y frustracion.:
--¡sí que eres bruto al masturbarte¡ --le dice divertida.
Gerardo se aparta de ella.
--¡no tengo ganas de tus tonterías¡
Carmen todo se lo toma a risa.
--No hay duda que hoy no has mojado y mucho menos con el niñito que te mueve el tapete.
Gerardo abre la puerta del edificio.
--estoy muy cansado, quiero dormir.
Ella le pega un pellizco en el trasero:
--¡pero tienes una deuda conmigo¡
Gerardo la mira cansado:
--¿ahora?
Pesé a que ya creía haber superado su amor por su amigo. Carmen se da cuenta que sigue sintiendo mucho por él. Desea hacer el amor.
--venga no seas mala. Almenos que la metas en algún sitio.
Carmen se le ríe. Gerardo la mira con mala cara. Ella sigue riendo:
--que arisca chica. Necesitas un buen polvo.
Le acaricia el pecho con deseo:
--te aseguro que será el mejor polvo de tu vida. Seguro que no vas a querer saber nada de los hombres.
--sí, seguro --dice Gerardo con una triste sonrisa.
Nemesio llega a un lujoso apartamento. Mira con tristeza todo lo que ha logrado durante esos años con su cuerpo, con muchos hombres en su cama. Varios diarios. Son miles. Siente asco de sí mismo. Se da una buena ducha fría. Se frota hasta ponerse la piel roja para borrar las huellas del viejo del turno. Piensa en Gerardo:
--sólo con él hice el amor.
Piensa en lo feliz que fue en su brazos. En lo mucho que lo sigue amando. Se acaricia los labios. Se estremece recordando el beso que se ha dado. Sale de la ducha, se mira al espejo totalmente desnudo. Se mira con desprecio:
--¡¡sigues siendo el mismo imbécil¡ ¡¡por eso Gerardo nunca te dio bola, por eso siempre se rió de ti¡
Sus ojos se llenan de lágrimas por esa herida de amor que nunca cerró.
Mientras Gerardo está tratando de fornicar con Carmen. Están los dos desnudos en la cama.
--¡chica colabora¡ --dice ella que con su boca trata de despertar la verga de Gerardo.
Él está muy nervioso.
--¡¡sí me tratas de chica menos se me va a despertar¡
Carmen lo masturba:
--¡¡dile a Gerardita que se anime¡ --Carmen riendo.
Gerardo se levanta totalmente desnudo. Se pone el bóxers.
--¡tenemos una apuesta¡ --le regaña ella.
Gerardo lo mira molesto:
--¿¿no te das cuenta que no puedo?
Carmen se levanta desnuda. Lo abraza por la espalda:
--pero antes pudiste.
Gerardo se aparta de ella:
--de eso hace siglos..
Carmen está dolida. Deseaba estar con su amigo:
--¿y qué ha cambiado?¿qué ahora estás enamorado de ese niñito?
Carmen habla con despecho. A Gerardo le ofenden sus palabras:
--¡¡claro que no¡
Carmen agarra su ropa:
--¡¡pues es lo que me ha parecido¡
Gerardo se siente liberado al ver que Carmen se va. Justo en la puerta ella dice:
--¡¡te guste o no te has enamorado de ese niño y me alegro que no te corresponda así sabrás lo que sufrido yo durante estos años¡
Carmen se va furiosa, sus palabras crean una honda herida en él. No sabe bien porque pero cuando piensa en Nemesio tiene ganas de llorar.
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