Lucecita cumple seis años. Inés da una gran fiesta para toda su familia y amigos para dar a conocer a su hija. Ya no la quiere seguir ocultando. Es la ocasión ideal para que se aclaren las cosas, para que se olviden los problemas en una familia. David entra en ese momento. Mirada dura. Pasos desafiantes. Inés se pone nerviosa pensando que va a hacer un escándalo. Neme la calma:
--yo lo invité.
--¿porque lo has invitado?
--Ahora que al fin me confesaste lo vuestro hay que hacer algo.
--te dije que no te metieras ¿porque lo has hecho? --ella alterada que no deja de pensar en lo bien que se siente en sus brazos pero pesa mucho además su profesión.
Neme no contesta a su madre. Se dirige hacia él.
--¡¡a ti te quería yo ver¡ --dice David con ganas de bronca.
Inés detrás de su hijo asustada, la pequeña se ha quedado entretenida comiendo dulces. Neme amable le dice a David:
--no hagas un escándalo. Por tu hija. Mi mamá me contó. Siento lo que pasó, en serio. Yo no te quería hacer daño. Cuando dije que eras gay... bueno... en realidad ya no importa. Tu mamá ya sabe la verdad.
David se acerca a ella con timidez. Inés le sonríe.
--,¿vas a dejar que sea el padre de nuestra hija? Te juro que he dejado el pasado atrás, lucharé por un futuro mejor para mi, para nuestra hija.
--si pero que ella no lo sepa. No hasta que se acostumbre a ti.
Los dos se acarician la mano con disimulo. Nemesio besa a su madre. Luego abraza a ese chico del que estuvo enamorado. Ahora no queda nada de eso. Neme busca unas copas para que brinden los tres.
--que se acaben los secretos --dice David.
En ese momento aparece la hermana de David con Ana de la mano.
--yo también tengo un secreto.
No hace falta decir nada. David ha aprendido a no juzgar a los demás, a que la felicidad sea lo primero. Ana es feliz porque al fin ama y es amada. Carmen llega detrás de Ana.
--traje a una amiga. Espero que no les moleste --dice Ana
En realidad Nemesio tenía ganas de verla pero no se atrevía. Le gusta que esté ahí.
Su corazón late con fuerza pensado que al fin sabrá de su amado. Nemesio agarra del brazo a Carmen y se quedan apartados de los demás. Está muy ansioso, con la esperanza de saber de él.
Su corazón late con fuerza pensado que al fin sabrá de su amado. Nemesio agarra del brazo a Carmen y se quedan apartados de los demás. Está muy ansioso, con la esperanza de saber de él.
--¿qué sabes de Gerardo? ¿donde está? --pregunta con desesperación.
--Está fuera del país. Todo esto le afectó mucho, ya sabes como es con lo del sexo. Se encuentra más o menos pero no quiere ver a nadie, lo siento --dice apenada.
Nemesio tiene una gran herida en su corazón:
--dile que lo amo --tragándose las lágrimas.
--lo haré pero aún es muy pronto pero no te desesperes. Estoy segura que él es tu hombre... --ella compasiva.
Nemesio se da cuenta que Carmen y un invitado no dejan de mirarse en la distancia.
--unete a la fiesta, diviertete.
Carmen le desea suerte. Él se queda algo triste mientras lo demás celebran.
Un tiempo después... Nemesio está en el antro en el que conoció a Gerardo. Toma una copa. Está triste. Varios hombres se le acercan seductores pero él los rechaza triste. Algunos le ofrecen dinero pero él deja claro que dejó el oficio. Le gusta estar ahí porque le recuerda a Gerardo, a veces le da la impresión que entrará en cualquier momento pero eso nunca pasa. Se iba a ir pero de pronto...
Un tiempo después... Nemesio está en el antro en el que conoció a Gerardo. Toma una copa. Está triste. Varios hombres se le acercan seductores pero él los rechaza triste. Algunos le ofrecen dinero pero él deja claro que dejó el oficio. Le gusta estar ahí porque le recuerda a Gerardo, a veces le da la impresión que entrará en cualquier momento pero eso nunca pasa. Se iba a ir pero de pronto...
--¿no me puedo sentar?
Nemesio lo mira conmocionado. Se levanta de un salto. Su corazón da un brinco. Queda de pie. Al fin los dos frente a frente .Gerardo le toma de la mano. Es muy cariñoso con él.
--Carmen me dio tu recado, yo también tengo algo que decirte... Te amo.
Nemesio lo mira con en shock. No es capaz de decir nada. Gerardo lo acaricia. Los dos tiemblan.
--quisiera pedirte perdon por todo el daño que te hecho, por haberte dejado cuando me salvaste la vida pero era necesario. Tenia que irme.
--¿en serio me amas? --Nemesio incrédulo.
Gerardo le sonríe dulcemente.
--dejame demostrartelo, deja que ahora sea yo el que te ame.--le dice con todo el amor que Nemesio siempre deseó que le diera.
Aunque con algo de miedo, como si fuera un sueño, Nemesio se deja arrastrar al apartamento de Gerardo. Acaban haciendo el amor con ternura y amor, a Nemesio le emociona como tiembla Gerardo.
--es mi primera vez... desde... ya sabes... --balbucea asustado, temiendo el rechazo de su amado.
Nemesio es dulce con él. Lo besa. Le acaricia los genitales. Gerardo está nervioso y asustado pero a Nemesio no le molesta besar y acariciar su parte amputada. Para Gerardo esa es la mayor prueba de amor. Están felices el uno en el otro.
--¿crees que es como antes :que funciono como antes? --pregunta Gerardo temeroso.
Nemesio, sobre él, lo acaricia suavemente. Le habla desde el alma:
--claro que sí. Una bola... dos... eso no importa. Eres atractivo, seductor. Nada ha cambiado. Yo te amaría de todas las formas.
--debi darme cuenta la vez que te vi --conmovido.
--fue bonito luchar por ti.
Los dos hablan con mucho cariño, con felicidad. Se sonríen mucho.
--nos peleamos tanto... --Gerardo.
--porque nos amamos
--se acabaron las peleas.--Gerardo guiñándole el ojo.
--si mi amor, se acabaron. Me parece un sueño. --dice Nemesio llenándolo de besos.
Gerardo responde a sus besos, a sus caricias como nunca lo hizo.
--No es un sueño... te amo.
--te amo.
Los dos se miran con lágrimas de felicidad en los ojos. Se funden en un beso que están seguros será eterno.
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